lunes, 29 de octubre de 2007

Estoy gravemente enfermo

Sí, amigos. Me toca pagar el precio de la gloria. He enfermado muy gravemente. No sé cuanto tiempo estaré con vosotros, No sé cuanto más podréis disfrutar, reir, emocionaros con esas pequeñas obras maestras que dejo como mi humilde legado a la literatura en español. Sé que, aunque alcance el nivel de clásico antes de tiempo, me recordaréis como un hombre sencillo que devino poeta por cosas de la vida, sin maldad.

No han sido males de este siglo los que me apartarán de vosotros. Ni la terrible enfermedad coronaria, ni la maldición vírica, ni la carretera traidora. La parca escogió situarme al lado de Gustavo Adolfo Bécquer, Rainer Maria Rilke, Alejandro Dumas, Franz Kafka, Mariano José de Larra, Fedor Dostoievski o Miguel Hernández.

Sí, amigos, desde que decidí convertirme en poeta hace una semana, adquirí la gloria, el don de la palabra y la música escrita y también ... la tuberculosis. Todo está en el mismo lote, me iré con ellos, sé que debo estar con ellos. Allí os espero también a los grandes poetas que de mipasado sois. No hagáis homenaje alguno, no me lo merezco, soy tan sencillo como cuando en vida os emocionaba con mis textos. Hasta siempre, mis queridos lectores.


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