martes, 29 de enero de 2008

La Muñeca

Exhausto, pálido, quejoso, atormentado

Céreo, triste, rebuscando en mi trucoteca

Esperando deseo, fuerzas, inspiración, agitado

La paja la termino, aunque me rompa la muñeca ...




lunes, 21 de enero de 2008

Alas. Poema de desamor

¿Quién no ha sufrido un desengaño amoroso?. La respuesta es tan obvia que se hace innecesario abundar en una experiencia por todos compartida. Y además, nuestra labor, la de los poetas, no es encontrar explicaciones o desarrollar estudios sobre los procesos. Nuestra tarea es escupir al exterior nuestros sentimientos de la manera más bella posible.

Esta semana el poeta que os escribe participó de nuevo en el certamen Juromarem. Dolido especialmente con mis compañeros de travesía literaria, quizá dolido también con alguien que me ha partido el corazón. A vosotros, mis queridos lectores, os dejo la especulación sobre los auténticos motivos que me impulsaron a plasmar tan bellamente mi terrible sensación de desconsuelo. Y también os dejo el gran poema compuesto por este humilde y sencillo poeta ...




Alas

Ala de una
Ala de dos
Ala de cinco
Ala mierda, no te la hinco

martes, 15 de enero de 2008

Ojos negros. Remasterizado

Un gravísimo error cometido durante la edición de mi poema de amor ha provocado el que los inteligentes lectores de Juromarem no lo hayan valorado como de otra forma hubiese merecido. Sí, fue culpa mía, debí utilizar el corrector lírico que tiene incorporado mi editor de textos.

No lo hice, publiqué tal cual y estoy recibiendo el justo premio a mi ligereza. Tengo que tomarme esto de la poesía más en serio, como hacéis vosotros, vamos. Aquí publico mi cuarteto de amor, en el que quise escenificar el mayor acto de entrega posible ... (He cambiado el orden de los versos 2 y 3, si hubiese sido así presentado al certamen ahora estaríamos hablando de poema ganador, seguro).



Ojos negros

Absorto, enamorado, por tu mirada embrujado

Incrédulo, ilusionado ¡estoy invitado a tu oscuridad!

Dudando si entrar, todo es nuevo, un poco asustado

Negro ojo, ¿querrás ser taladrado en profundidad?

viernes, 11 de enero de 2008

Por el gusto de matar - Prólogo




El jinete coronó la suave colina consciente de que el final del viaje estaba cerca. Justo allí abajo, en la suave hondonada junto al pobre cauce seco del Glenn River se juntaban un puñado de edificaciones de madera alineadas torpemente a lo largo de la única calle de la ciudad. Había llegado por fin a Mainimeil Town.



Tiró suavemente de la cincha de su fiel compañero Babiec y en el bolsillo de su camisa encontró la carterilla de tabaco. Liar un cigarrillo montado a caballo era una rutina diaria y que le servía, casi siempre, para ganar cierta perspectiva sobre lo que estaba a punto de hacer. Cuando tuvo el petardo en su boca necesitó la dura barba de un inexistente contrincante para hacer restallar la cerilla y de paso dejarle ver de cerca sus inescrutables ojos grises . Tuvo que conformarse con frotarla en el callo que Babiec ganó en su cuello durante aquella refriega de Topeka. La rozadura de una bala estuvo a punto de disolver aquella sociedad constituida cuando aún era un potro salvaje en las interminables llanuras de Colorado.



El alazán hizo ademán de quejarse, aunque sabía que el escozor sería muy pasajero y no tenía muchos más motivos para manifestarse en aquel momento. La figura del fumador pasivo aún estaba muy en pañales, y las asociaciones por los derechos animales sólo se ocupaban de los gatos de cuatro damas aburridas de Chicago y los de otras cuatro solteronas de Nueva Inglaterra. Aún así ...





- Deja de fumar, que te vas a quedar chico.

- Calla, Babiec, estoy intentando ganar perspectiva y me distraes.

- Claro, yo te distraigo, el señorito se distrae si le habla su caballo, pero meterse esa mierda de picadura no le distrae al señorito.

- Tenía que haber cazado a tu hermana, aquella yegua pinta parecía más calladita y discreta. Menudo plasta.

- Y dale, siempre sacando a mi hermana a relucir. A saber quién se estará montando a esa guarra. Cualquiera, que a esa le valía cualquiera.
- Anda, tira pal pueblo, que se me acaba el pitillo.

Rezongando, malhumorado, Babiec retomó su elegante y brillante trote que les llevaría en pocos minutos a la entrada del pueblo.



La primera casa, la funeraria de Brad Stoker, le recibió con el quejumbroso balanceo del viejo cartel de madera “Dentista, Barbero, Enterrador Brad Stoker”. El jinete supo que tarde o temprano sería cliente del viejo Brad, una muela llevaba semanas haciéndole masticar por el mismo lado de la boca.



Brad, dejó de untar jabón en la cara del alcalde Tierney asomándose al oir el golpeteo de los cascos del caballo.



- Trabajo, Alcalde

- ¿Para tí o para mí?

- Para los dos, amigo Henry, para los dos. ¿No sabes quién es?.

- No he visto más que el sombrero y la grupa de su caballo.

- Lleva su nombre escrito en la frente, es Lanky Fellow, el Larguirucho.
- ¿Tienes ataúdes terminados?. Hay bastante madera en mi aserradero.

(Continuará ...)




GUÍA DE PERSONAJES, POR ORDEN DE APARICIÓN

(Esta guía se actualizará en cada episodio, así no nos perdemos )

Lanky Fellow: El Larguirucho, jinete intrigante y desconocido por todos los lectores, y aunque quede la incógnita de su profesión, sí que deberéis saber que es “el mushashillo”, así que las balas no le harán más que rozaduras y si hay pelea se recuperará pese a parecer medio muerto para inflar a hostias al contrario. También debéis saber que como en todas las novelas el protagonista lleva impreso el carácter del autor. En este caso también incorporará algunos episodios autobiográficos. Así, si en algún momento salva al mundo, o elimina a doce enemigos armados hasta los dientes tan sólo con sus manos, o en una noche satisface sexualmente a todas las coristas del Saloon y a la dueña, y a la hija de la dueña, puede que esas cosas le hayan pasado en realidad al novelista.

Babiec: Caballo de Lanky Fellow, de gran sensibilidad y cultura, guarda un enorme cariño hacia su dueño y se siente a veces injustamente minusvalorado. “ Sólo soy para él su caballo” repite desconsoladamente esas noches que le toca pasar al sereno junto a la habitación de cualquier damita conquistada por nuestro héroe. Muchas veces pensó en dejarlo todo y dedicarse a la poesía, para la que piensa está extraordinariamente dotado. Carecemos de datos objetivos para valorar esto, pues nunca nos dejó leer sus cascoescritos.


Blanquita: Yegua joven, hermana de Babiec que tuvo la mala fortuna de no ser cazada en las extensas llanuras de Colorado. Ahora tiene un espectáculo erótico a las afueras de Denver, en el que se deja montar por varios de sus compañeros. Los sábados también deja que suba alguno del público a montarla.


Brad Stoker: Encargado de la limpieza en el pueblo. De la bucal, facial y también de los escasos cadáveres que produce un villorrio de 200 habitantes. Como marca la tradición es alto, delgado, de tez blanca y larga toga negra. Y borrachín, claro.

Henry Tierney: Alcalde, empresario maderero, operador urbanístico y juez de paz del pueblecito. No morirá en esta novela, ya que también es, por definición, cobarde y asustadizo. En cuanto haya movida desaparecerá discretamente.

jueves, 10 de enero de 2008

Seduciéndote

Seducido por grandes ansias del laurel lírico

A todos los concursos Amenofis se presentó

No consiguió hojas ni para un pobre cocidico

Así que las lentejas con vulgar orégano trajinó ...





miércoles, 9 de enero de 2008

Por el gusto de matar - Capítulo I

- Atiéndame, Doc, atiéndame, es mi niña, mi niña, está sangrando mucho.

- ¿Tienes dinero?

- No, Doc, pero le daré lo que me pida, lo que me pida ...

Morethatdog miró con desprecio a la mestiza de sioux e irlandés que le suplicaba arrodillada atención para esa chica de no más de 16 años que sangraba abundantemente justo debajo de una barriga de 8 meses. Pensó en cobrarse en carne, como otras veces, pero la vieja madre de esos diez o doce chiquillos que revoloteaban por todo el pueblo había perdido hacía años aquellas tetas que pagaron más de un aborto y alguna que otra rotura de brazo o pierna.


Luego calibró el negociar algo para cuando se recuperase la niña. Descartado, por dos motivos. El primero que no era seguro que sobreviviese. El segundo, que necesitaba dinero. Dinero, dinero. Quería comprar whisky para estar atento esa noche. Y necesitaría mucho dinero. La partida de póker en el Saloon de la bella Doris Night sería de las que hacen época. Habría miles de dólares en la mesa y él los necesitaba todos.





Cogió a la vieja de un brazo y tras abrir la puerta la arrojó a la calle. La niña salió llorando detrás de su madre, despacio, muy despacio, y dejando un rastro de sangre que brotaba de entre sus piernas.


- ¡Esto no es una ONG! ¡Sin dinero no hay atención médica! – Como saben todos los lectores, las ONG se inventaron algún tiempo más tarde, así que la obviedad del doctor no era más que otra muestra de su increíble zafiedad y pobreza moral.



La niña se sentó en el suelo temblando, blanca tez sin sangre, oyendo entre sollozos el portazo de la consulta. Lanky Fellow llegó justo a tiempo para ver como su madre la acogía impotente entre sus brazos.




- No te metas. Hemos venido a trabajar.

- Joder, Babiec, ¿has visto eso? Qué pedazo de cabrón.

- Sí, sí, en todas partes hay de eso, pero no te metas, que la jodes.

- Que no, coño, que esto no hay quién lo aguante.


Babiec refunfuñó nervioso. Se iba a liar, se iba a liar. Y todas estas cosas eran las que complicaban las misiones. En lugar de ser cositas normales, un pim pam pum, cobrar y hasta nunca, que era lo deseado, se convertían en largas estancias en pueblos perdidos de la mano de dios y alguna que otra historia de amor de Lanky con una humana. Todo podría ser de otra manera, pero se complicaría, estaba seguro. A veces pasaban noches enteras al sereno en la pradera, él componiendo poesías, Lanky dormido, tan hermoso ... Babiec movió la cabeza de un lado a otro, bufando como lo que era, un caballo.



- Mujer, qué pasó. – Lanky se acercó a la mestiza bajando de un elegante salto del caballo.

- Mi hija, está sangrando mucho, tiene que atenderla ...

- Bien, entrad en la consulta.

- No tenemos dinero, señor, no podemos entrar, nos tiró ...


Lanky cogió a la pequeña, la levantó del suelo y la acompañó a la puerta. La abrió y la colocó junto a la camilla.




- ¿Quién coño eres? ¿El padre de ese mestizo?

- A trabajar. Ahora.

- ¿Y mi dinero?



Sí, eso que piensan es lo que pasó. Lanky le miró fijamente, tan fijamente que el médico borracho supo que debía ponerse inmediatamente manos a la obra. Supo de pronto a quién tenía delante, lo llevaba escrito en la frente.



- Sí, Señor Fellow, sí, claro, ahora mismo ...


(Continuará ...)



GUÍA DE PERSONAJES, POR ORDEN DE APARICIÓN

(Esta guía se actualizará en cada episodio, así no nos perdemos )



Lanky Fellow: El Larguirucho, jinete intrigante y aún desconocido.

Babiec: Caballo de Lanky Fellow, de gran sensibilidad y cultura.

Blanquita: Yegua joven, hermana de Babiec.

Brad Stoker: Encargado de la limpieza en el pueblo.

Henry Tierney: Alcalde, empresario maderero, operador urbanístico y juez de paz del pueblecito.

Dr. Morethatdog: Mezquino, ruin, traidor y borrachín médico del pueblo. El peor personaje que se puedan echar a la cara, el secundario más malo de todos los malos. ¿Recibirá su merecido? ¿Alguien lo duda?.

Nube Gris: La mestiza de sioux e irlandés que se vió obligada, cosas de la vida, a echarse a la vida desde muy jovencita. Hace años que dejó de trabajar en el Saloon, así que ahora se ve obligada a tratar con la peor calaña del pueblo, incluido el Dr....

Jennifer: Hija mayor de Nube gris, se llama así en honor a una tal Jennifer López, con la que guarda cierto parecido. O eso le contó el malnacido que la preñó siendo aún una niña ...



jueves, 3 de enero de 2008

Libertad

¡¡ Amigos, dejadme , dejadme morir en el manicomio !!

Antes que acompañar a la dama del blanco oropel

Y alimentar a esos invitados hambrientos a tropel

Ayudadme o adiós libertad, puto matrimonio ...